lunes, enero 28, 2019

Retrato teórico de su persona.

Esta vez vamos a hacerla bien. Vamos tranquilos, desde el principio hasta llegar al final con orden y método, y que sea lo que sea, pero que sea un camino prolijo y reposado, con pausas programadas y reparadoras.

1º - Observación Inicial
Se yergue ante mí una presencia incomprensible y, por tanto, milagrosa.
A mi alrededor el tiempo pasa, los vasos se vacían y son reemplazados por otros que no tardarán en ser vaciados.
Pero frente a mí, y dueña de un vaso que también se vacía y es reemplazado, una sonrisa única, perfecta e inamovible, transita un buen trozo del rango de emociones humanas sin dejar de ser una sonrisa. No hablamos acá de una boca en una mueca sardónica, si no más bien del color que tiñe un rostro humano en su totalidad, esa emanación luminosa que baña cierto rango a su alrededor, haciendo a su entorno parte del ecosistema natural de dicha sonrisa.
No deja de ser interesante este punto porque, así como se extiende en una burbuja a su alrededor, la sonrisa queda claramente definida al enmarcarla en su origen. Su origen es Ella, y debe ser nombrada con el nombre que se nos ha otorgado para dicha tarea.
Pero una particularidad de los nombres es que definen cosas finitas, con límites, principios y finales. Cómo ese nombre que hemos aprehendido puede limitar lo ilimitable?

2º - Hipótesis
Desde el planteo metafísico de una realidad donde el equilibrio toma el lugar de la perfección deseada, entendemos el péndulo y nuestra apreciación lineal del tiempo como la base para aceptar que ese destino nos es imposible; la existencia es movimiento y transición, y el equilibrio es su némesis.
Considerando la posibilidad de transitar el tiempo no-linealmente (o, al menos, lateralmente) se puede presuponer un recorrido a través de este por una sucesión de instantes donde el péndulo se encuentra en su centro gravitacional. Se lograría un equilibrio atemporal, forjando una idea diametralmente opuesta a la de que un reloj roto da la hora dos veces al día, conformándose esta en la idea de que un péndulo está equilibrado dos veces por oscilación.
Ahora bien, este equilibrio lo es sólo en apariencia (pero qué no lo es, desde nuestro planteo metafísico); conforma una visión equívocamente sinecdocal sobre el péndulo, siendo parte de ese equilibrio percibido el dinamismo del ritmo que negamos.

3º - Metodología
Este es el planteo desde el cual intentaremos desarrollarla. Supongamos que el péndulo es su nombre (el de verdad, el legal, el socialmente aceptado), y su sonrisa frente a nosotros (mientras nos escucha y mira gesticular ampulosamente para llamar su atención) es ese corte lateral del tiempo, ese apasillamiento de momentos engañosamente iguales que se yuxtaponen dejando entrever tristezas y euforias que es imposible no existan a los lados del perenne equilibrio de esa sonrisa inmóvil en el tiempo.


4º - Conclusiones:
Nada. Ella es un tanque australiano en mitad de una pampa quejumbrosa de sed. Es el ingenio lento de lo natural, pero también es la calma violenta de un peñasco balanceándose sobre un grupo de bañistas despreocupados. Su sonrisa es gravitacional y entrópica a la vez.
Hablo, por supuesto, de la que es mía, de la que se me entregó en su nombre y que se construye meticulosamente bajo mi supervisión. Jamás osaría decirlo de la otra, de la real, de la que respira y sonríe. Probablemente también sea todo eso, pero no gastemos en molestarla con preguntas, que es una persona ocupada y los poetas flojos acá somos nosotros.




No hay comentarios.: