lunes, noviembre 23, 2009

Tus ojos.

Mirá como pulsan, frenéticas, las venas que corto y libero. Mirá como brota espesa y vívida la sangre que guardo, que mancha la ropa y la carpetita del baño. Mirá como se anulan mis angustias, como se hunden los párpados. Mirá mi mirada ida, el desahogo final, y un bruma de adioses.
Mira mis mentiras, mis pensamientos inermes, el confuso y bipolar curso del río. Mirá como el frío ralenta los pasos, dejando espaciadas las huellas que dimos. Mirá como se desdibuja la primavera entre nubes, como se anulan las fuerzas, como se pervierte el descanso, como se desperdicia el apremio. Mirá mis ojotas en la soledad del espacio.
Miráme a los ojos para mirar tu belleza convexa. Miráme las manos, miralas dudar exitadas sobre la tensión del no-estar-quietas. Mirá mis rodillas temblar, retorciendo los tendones vencidos. Mirá la incerteza, la duda, la presión y el titubeo. Mirá a mi espejo deformarme el mundo en que creo.
Mirá como mi blanco es mi negro, y eso no parece afectarme. Mirá como me asfixio en la fotosíntesis de tu distancia. Mirá como evito decir las cosas, para no desdecirlas mañana. Mirá como visto de seda mis pretensiones mundanas.
Mirá, que tus ojos explotan y bañan las cosas. Mirá, para que se esfuercen los colores. Mirá, para que lloren las voces.

2 comentarios:

La de Mameluco dijo...

y si... siempre que paso por acá pasa lo mismo: el regocijo de leer cosas realmente interesantes y sobre todo mucha poesía...

mirá como miran las niñas dijo...

lo que escribiste es hermoso, pero en mi cabeza hay una vocecita rompebolas que no me deja disfrutarlo: "'cómo' va con tilde", dijo trece veces