miércoles, julio 20, 2011

Noticia de Color.

Violeta tiene 36 años. Su madre es pintora, su padre cineasta. Ella nació ciega, pero nunca fue un impedimento para ser feliz. Estudió arpa en el conservatorio, y tiene uno de los fanfictions más famosos de El Señor de los Anillos en internet. Vive sola desde los 19 años, y le gusta viajar y conocer los países por sus olores, el murmullo de sus calles y su cocina.
Estuvo casada 3 años con el director de su orquesta, hasta que lo dejó cuando le sintió el perfume que usaba una violinista más joven que ella.

Rojas tiene 32 años. Hace tres años chocó volviendo de vacaciones con su esposa y su hijo de 4 años. Ambos murieron; el perdió un ojo, la visión en el otro, un brazo y el 30 por ciento de su piel por el fuego. Sus ex suegros ya no le hablan. Hace dos meses que se anima a salir de nuevo a la calle y todavía no se acostumbra al perro lazarillo que su madre le compró.
No tiene planes de volver a trabajar; vive por inercia.

Violeta sale de la sucursal del banco que está en Monseñor Calabria y empieza a caminar hacia su casa por la vereda norte. Rojas va obligado a almorzar con un amigo, caminando por la misma vereda, en dirección opuesta, tres cuadras antes.
Llegan al mismo semáforo, de lados opuestos, al mismo tiempo. Violeta se da cuenta de que está en rojo por el sonido de los autos. Rojas, por el ladrido del lazarillo cuando el no nota que el perro se queda quieto. Un señor mayor le ofrece ayuda a Violeta para cruzar, y ella acepta aunque no la necesita.
Un adolescente se queda mirando fijo la deformación en la cara de Rojas, y el lazarillo le gruñe.

El semáforo se pone en verde, y cruzan. Son el uno para el otro. Violeta no se fijaría en las deformaciones de su cara y Rojas aprendería a amar la música con ella. Violeta sentiría por primera vez que puede ayudar a alguien, y Rojas volvería a creer en el amor y en el perdón.

Se pasan a pocos centímetros.
Y ninguno ve al otro.

1 comentario:

Anónimo dijo...

muy bueno