jueves, julio 05, 2007

Verde y Amargo

Verde y amargo, había pensado él.
Verde y amargo, subiendo caliente por la bombilla hasta desgañitarse contra el paladar, ya medio ajado por las miles de bombillas que se le clavaron, raspándolo y punzándolo, con el paso de las tardes en esa silla del comedor en el patiecito interno.
La miraba de reojo, sin desacodarse de su silla sino para alcanzar la pava que estaba en el piso. En el movimiento hacia abajo se concentraba en alcanzar su objetivo, y cuando subía la miraba encerarse las piernas, y tirar conteniendo el gritito.
Verde y amargo, pensó él, y se limpió una mancha de la camiseta. una pequeña costrita roja, y la levantó con la uña del meñique. Abajo había una mancha pálida anaranjada, que no le molestó tanto. En la radio anunciaron Garufa, y él pensó verde y amargo una vez más.
El calor golpeaba y bajaba ya tibio por la garganta, y sintió una leve molestia. Los años no vienen sólos, pensó; y a continuación agregó verde y amargo. Garufa pasó, y el olor a cera se esfumó del patio. El cielo se fue tiñendo de naranja, y el agua se terminó de enfriar.
Pero todavía era verde y amargo.

1 comentario:

*Tu* dijo...

no me gusta el mate, pero comparto el pensamiento de verde y amargo...

un beso gigante... y tendrás tus polainas!!!

=P