sábado, septiembre 23, 2006

María Pulga

Ella siempre había querido un cachorrito. Cuando tenía 12 años, le rogó llorando a su padre que le dejara conservar el globo peludo de parásitos que había encontrado en la calle. El padre no la dejó, y el perro se fue. Pero se quedaron las pulgas.

María todavía recuerda la cara de horror de la profesora de gramática inglesa del Saint Nicholas School al ver los puntos negros caminando por su cabeza. También se acuerda de la recomendación que esta le hizo a sus compañeritas de mantenerse a tres metros de ella para que no se les pegaran los bichos. Y va a seguir recordándolo mientras siga teniendo encuentros casuales con ella en la calle y la reconozcan al grito de “María Pulga”.

Pero igual, ella siempre había querido un cachorrito. Y a las 26, cuando se estaba mudando de la casa de sus padres a la de su novio, frenó en una esquina y recogió otro globo de parásitos. Lo metió en la caja donde iban sus libros de diseño industrial, y siguió camino.















Foto: "Providencia", 2004.

7 comentarios:

theremin dijo...

muchisimos años de picazón pasó María Pulga...

bajo el efecto de las sustancias verdes no se me ocurre otra cosa.

Te prometo que después comento como corresponde.

Anónimo dijo...

Ahora el padre se transformó en novio y las pulgas fueron un tinte más de la historia de la disputa eterna entre padres e hijos...

Esa bola sin nombre ha pasado a ser el recuerdo vivo de una infancia con unas cuantas ronchas de más.

Paco dijo...

Eso del perro en la caja de libros de diseño industrial es una alegoria?
Se que no, pero suena mucho.
"El perro pulgoso con los libros de diseño industrial" Mmhhhh

Muy bueno, venis manteniendo un nivel interesante. La apuesta seria ver cuando te consume el ego, empezas a postear mierda y devenis en odiador de gente que te halaga como te paso en fotolog.

Y deja de hacer catarsis, todos sabemos que de chico tenias garrapatas y te decian "El gordito garrapata"

Saludos

theremin dijo...

Como lo prometido es deuda, comento como corresponde ...
algunas cosas llaman la atencion en este texto:
en primer lugar, esa obsesión por las mascotas que tienen casi todos los niños en algún momento, generalmente con perros (aunque yo siempre fui mas bien felina) y cómo dichos animales son bolas de pulgas pero también objetos de amor y empatía. Los psicólogos dicen que las mascotas son buenas para los niños porque si se mueren uno se acostumbra a la muerte antes de que se te muera alguien más importante y de verdad. (Perdón por la colgación).

Por otro lado, cuando una crece tu padre deja de ser tu novio y te encontrás con novios que terminan pareciendo padres en algunos momentos y se hacen cargo de tu vida volviéndola más facil.

Primero edípicos, luego yocásticas... interesante.

Paco: desde cuando ser odiador de gente es algo malo???

Delirante dijo...

Hola! Pasé a saludar... leer, y comentar, pero no pude leer, ¿es mi imaginación o no puedo agrandar la letra del escrito? (eso que no soy chicata :P) Agrande, que no veo :S

Saludos :)!

Anónimo dijo...

oh-my-God!!!


yo fui al St. Nicholas' School tooooda mi vida!!!

no habré escuchado esa leyenda por la diferencia generacional, supongo.


en mi clase había una chica que tenía olor a pis.
era mi mejor amiga.
un día se me curó el resfrío y se acabó la amistad.

q nena mala era, no?




*Tangy*

joAco dijo...

chicaconfundida: Mire señora, a mi blog se viene a postear en estado de sobriedad, me escuchó?

valiumina: Acertado análisis, mi estimada

Paco: ya estoy puliendo la Kalashnikov de matar aduladores, no te preocupes. Y no le digás a nadie lo de las garrapatas!

chicaconfundida: el mero hecho de que haya mencionado a Yocasta, hace que su post sea genial.

Gise: mire, señora, usté me lo lee así nomás, o lo copypastea en el word, y le pone letra 72, mentendió?

Tangerine: Nono... este es OTRO Saint Nicholas' School. Totalmente distinto. El hecho de que tu mejor amiga sea la desagradable del curso no habla muy bien de tu popularidad...