La amistad y la publicidad

En nuestra sociedad hay cosas, más allá de toda la perfidia que la rodea, que vale la pena recordar. Como la amistad, por ejemplo.
La amistad es una de esas cosas que existen, son geniales, y uno todavía no entiende para que sirven, o que ventajas apreciables dan al bolsillo de quién. Por ejemplo. Y otro, también.

Pero claro, mi primer ejemplo, terminó por deschavarse solito. Y el segundo, duró poco, muy poco. Pero la amistad existe desde siempre, en todas las culturas, y exceptuando las obvias excepciones, nadie saca nunca ventaja monetaria de ello.
Porque todo sabemos que lo que no produce dinero, no sirve para nada, no?
Como el arte. Como este blog. Claro que yo planeo hacerme millonario con esto. En algún momento, no ahora. Pero ya va a llegar.

¿A qué iba? ah, sí. Pero, después de milenios de amistad sin fines de lucro, todo llega a su fin, y vemos que todo fue una cuidada y sutil campaña publicitaria de un producto, que si bien es bueno, es otro esbirro del imperio gringo para lavarnos el cerebro, y hacer que compremos en McDonald's. Fíjese aquí, si no me cree.

Pero volviendo a dicha campaña de publicidad, a las pruebas me remito:

Gracias por su atención. No deje que Terma le diga que lo que tiene que hacer.
Si Ud. es negro, no deje que un ario le robe sus zapatos impunemente. Si Ud. es Alto, sea batman, carajo!